ANÁLISIS Y EVALUACION DE EXPERIENCIA
La tercera etapa consiste en el análisis de la experiencia, que tiene como propósito dar coherencia a la información recabada, integrar los conocimientos y permitir el logro de los objetivos de aprendizaje. Sin esta fase sería difícil que la totalidad de los alumnos aprovechara adecuadamente la visita, aunque el recorrido hubiese sido bien organizado y conducido.
El análisis de la experiencia que se realice depende de la cantidad de información que se dio o que recabó el grupo, así como del plan de la visita que estipulaba lo que los alumnos deberían hacer.
En consecuencia, entre las actividades de esta fase pueden incluirse, entre otras, las siguientes:
Comentar las impresiones del grupo sobre el recorrido y el desempeño de los estudiantes; felicitarlos si se estima pertinente y formular recomendaciones para futuras visitas.
Proporcionar un marco de referencia dentro del cual adquieran significado los datos que se recabaron.
Analizar, una por una, las cuestiones planteadas en la guía de la visita.
Abordar los resultados obtenidos, ya sea mediante la discusión o empleando alguna otra técnica como: círculos, panel, mesa redonda, etcétera.
Buscar la aplicación de las informaciones recabadas a situaciones o problemas específicos.
Dirigir la elaboración de monografías o informes sobre la visita realizada.
Un buen análisis de los resultados permite obtener provecho del recorrido y descansa, desde luego, en los puntos de vista de los estudiantes; el docente deberá dirigir adecuadamente sus preguntas para que el grupo aporte sus planteamientos.
Esta fase debe realizarse en la clase o al día siguiente en que se hizo el recorrido, para evitar que decaiga el interés y se olvide la información”